Existen 3 procesos diferentes que operan en forma conjunta para satisfacer los requerimientos energéticos de los músculos.
- Sistema Energético Anaeróbico-Aláctico: se refiere a los procesos involucrados en la ruptura de fosfatos almacenados a nivel muscular (ATP y PCr)
- Sistema Energético Anaeróbico-Láctico: se refiere a la ruptura de carbohidratos sin utilización de oxígeno conocida como glicólisis
- Sistema Energético Aeróbico: se refiere a la combustión de carbohidratos y lípidos en presencia de oxígeno.
Las vías metabólicas anaeróbicas son capaces de regenerar ATP a velocidades muy altas pero están fuertemente limitadas por la cantidad de energía que pueden liberar, en cambio el sistema aeróbico tiene una enorme capacidad de generación de energía (ATP) pero está mas limitado en cuanto a la posibilidad de hacerlo rápidamente.
En las décadas de 1960 y 1970 se intentó cuantificar la contribución relativa de estos procesos pero, aunque la metodología utilizada en el cálculo de la contribución anaeróbica es actualmente muy cuestionada, subsistieron dos errores conceptuales que se han mantenido en el tiempo:
- Los sistemas energéticos responden a las demandas provocadas por el ejercicio de alta intensidad de manera casi secuencial (aláctico -> láctico -> aeróbico)
- El sistema aeróbico demora en responder a estas demandas energéticas y por lo tanto tiene un rol poco importante en el rendimiento en duraciones cortas
El siguiente gráfico (tomado de Energy system interaction and relative contribution during maximal exercise) muestra la contribución relativa de los tres sistemas energéticos en un ejercicio de máxima intensidad en función de la duración:
Estudios posteriores realizados en la universidad de Western Australia con atletas de pista han confirmado estos valores en campo: la producción anaeróbica de energía predomina en los eventos de 100m a 400m pero desde los 800m en adelante la contribución del sistema aeróbico es preponderante superando el 80% a partir de los 3000m con diferencias significativas entre varones y mujeres.
El siguiente gráfico resume los resultados de uno de estos estudios realizados en 2005 (Energy system contribution in track running).
Los resultados comentados se refieren a ejercicios de máxima intensidad ejecutados por única vez, el siguiente gráfico muestra lo que ocurre cuando se realizan sprints de 30 segundos de intensidad máxima separados por 4 minutos de descanso:
Aquí se puede observar que si bien en el primer sprint la producción aeróbica de energía cubre solo el 26% del total (74% aportado por las vías metabólicas anaeróbicas), consistente con los resultados mostrados anteriormente, cuando estos sprints se repiten mediando una recuperación de 4 minutos, la contribución de la producción aeróbica de energía crece rápidamente y en el tercer sprint ya cubre la mayor parte de los requerimientos energéticos (63%).
Para comprender estos resultados es importante considerar que solo puede haber contribución neta al ejercicio de energía generada por el metabolismo anaeróbico-láctico cuando el contenido total de lactato en el organismo se está incrementando dado que, si el nivel de lactato es estable quiere decir que el lactato producido por la glucólisis anaeróbica está siendo "reciclado", ya sea por reconvesión a piruvato en las mismas u otras fibras musculares para luego ser oxidado o utilizado como sustrato para la producción de glucosa (gluco-neogénesis). En consecuencia a cualquier intensidad menor a la correspondiente al Máximo Estado Estable de Lactato (MLSS por sus siglas en inglés) la contribución neta de origen anaeróbico es, esencialmente, nula.
Podemos concluir que en las competencias típicas de triatlón la generación aeróbica de energía es absolutamente predominante, más información incluyendo la cuantificación de la participación de carbohidratos y lípidos como combustibles del metabolismo aeróbico en la siguiente nota: Metabolismo Aeróbico y VO2max.
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